miércoles, 28 de marzo de 2018

LA CENA DEL SEÑOR




"Y surgió una discusión sobre quién debía ser considerado como el más grande. Jesús les dijo: "Los reyes de las naciones dominan sobre ellas, y los que ejercen el poder sobre el pueblo se hacen llamar bienhechores. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que es más grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna, como un servidor. Porque, ¿quién es más grande, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es acaso el que está a la mesa? Y sin embargo, yo estoy entre ustedes como el que sirve."



Pascua de Resurrección / 2018








LA CENA DEL SEÑOR


La conspiración contra Jesús y la traición de Judas



22:1 Estaba cerca la fiesta de los Ácimos, llamada Pascua. 
22:2 Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban la manera de eliminar a Jesús, porque tenían miedo del pueblo. 
22:3 Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que era uno de los Doce. 
22:4 Este fue a tratar con los sumos sacerdotes y los jefes de la guardia sobre el modo de entregárselo.
22:5 Ellos se alegraron y convinieron en darle dinero. 
22:6 Judas aceptó y buscaba una ocasión propicia para entregarlo sin que se enterara el pueblo.


Los preparativos para la comida pascual




22:7 Llegó el día de los Ácimos, en el que se debía inmolar la víctima pascual. 

22:8 Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: "Vayan a prepararnos lo necesario para la comida pascual".

22:9 Ellos le preguntaron: "¿Dónde quieres que la preparemos?"

22:10 Jesús les respondió: "Al entrar en la ciudad encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo hasta la casa donde entre, 

22:11 y digan a su dueño: El Maestro manda preguntarte: "¿Dónde está la sala en que podré comer la Pascua con mis discípulos?"
22:12 Él les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones: preparen allí lo necesario". 
22:13 Los discípulos partieron, encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua.

La comida pascual


22:14 Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los Apóstoles y les dijo: 

22:15 "He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión, 

22:16 porque les aseguro que ya no la comeré más hasta que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de Dios".

22:17 Y tomando una copa, dio gracias y dijo: "Tomen y compártanla entre ustedes. 

22:18 Porque les aseguro que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios".

La institución de la Eucaristía




22:19 Luego tomó el pan, dio gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía". 

22:20 Después de la cena hizo lo mismo con la copa, diciendo: "Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se derrama por ustedes. 

El anuncio de la traición de Judas




22:21 La mano del traidor está sobre la mesa, junto a mí. 

22:22 Porque el Hijo del hombre va por el camino que le ha sido señalado, pero ¡ay de aquel que lo va a entregar!" 

22:23 Entonces comenzaron a preguntarse unos a otros quién de ellos sería el que iba a hacer eso.

El carácter servicial de la autoridad




22:24 Y surgió una discusión sobre quién debía ser considerado como el más grande. 

22:25 Jesús les dijo: "Los reyes de las naciones dominan sobre ellas, y los que ejercen el poder sobre el pueblo se hacen llamar bienhechores. 

22:26 Pero entre ustedes no debe ser así.  Al contrario, el que es más grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna, como un servidor.
22:27 Porque, ¿quién es más grande, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es acaso el que está a la mesa? Y sin embargo, yo estoy entre ustedes como el que sirve.

La recompensa prometida a los discípulos



22:28 Ustedes son los que han permanecido siempre conmigo en medio de mis pruebas. 

22:29 Por eso yo les confiero la realeza, como mi Padre me la confirió a mí. 

22:30 Y en mi Reino, ustedes comerán y beberán en mi mesa, y se sentarán sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

El anuncio de las negaciones de Pedro




22:31 Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido poder para zarandearlos como el trigo, 

22:32 pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, después que hayas vuelto, confirma a tus hermanos".

22:33 "Señor, le dijo Pedro, estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel y a la muerte". 

22:34 Pero Jesús replicó: "Yo te aseguro, Pedro, que hoy, antes que cante el gallo, habrás negado tres veces que me conoces".

El combate decisivo


22:35 Después les dijo: "Cuando los envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalia, ¿les faltó alguna cosa?"

22:36 "Nada", respondieron. Él agregó: "Pero ahora el que tenga una bolsa, que la lleve; el que tenga una alforja, que la lleve también; y el que no tenga espada, que venda su manto para comprar una.

22:37 Porque les aseguro que debe cumplirse en mí esta palabra de la Escritura: Fue contado entre los malhechores.  Ya llega a su fin todo lo que se refiere a mí". 

22:38 "Señor, le dijeron, aquí hay dos espadas". Él les respondió: "Basta".



Lucas 22, 1-38.-





El lavatorio de los pies


"Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo: "¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque lo soy. Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes."



      
















13:1 Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin.



13:2 Durante la Cena, cuando el demonio ya había inspirado a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo,



13:3 sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos y que él había venido de Dios y volvía a Dios, 



13:4 se levantó de la mesa, se sacó el manto y tomando una toalla se la ató a la cintura. 



13:5 Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura.


13:6 Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo: "¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?"

13:7 Jesús le respondió: "No puedes comprender ahora lo que estoy haciendo, pero después lo comprenderás". 

13:8 "No, le dijo Pedro, ¡tú jamás me lavarás los pies a mí!". Jesús le respondió: "Si yo no te lavo, no podrás compartir mi suerte". 

13:9 "Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!"

13:10 Jesús le dijo: "El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque está completamente limpio. Ustedes también están limpios, aunque no todos".

13:11 Él sabía quién lo iba a entregar, y por eso había dicho: "No todos ustedes están limpios".

13:12 Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo: "¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? 

13:13 Ustedes me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque lo soy. 

13:14 Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros.

13:15 Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes.

13:16 Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía.

13:17 Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican. 

13:18 No lo digo por todos ustedes; yo conozco a los que he elegido. Pero es necesario que se cumpla la Escritura que dice:

El que comparte mi pan se volvió contra mí. 

13:19 Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy.

13:20 Les aseguro  que el que reciba al que yo envíe, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió".


Juan 13,1-20.-







formacionpastoralparalaicos.blogspot.com





No hay comentarios: